Los vecinos de Tetuán, en pie de guerra contra las 'cocinas fantasmas'
Han presentado 32.000 firmas para que se retiren
Foto: Madrid Directo |Vídeo: Telemadrid
Los vecinos de la calle José Calvo de Tetuán están desesperado por la terrible situación que tienen que soportar a diario por las denominadas 'cocinas fantasmas' de su edificio. Al parecer, desde el mes de julio del año 2020 tienen 21 cocinas de este tipo en un mismo local.
"Llevamos soportando el rudo de los riders que aparcan en la calle porque dentro del local no hay aparcamientos. Han llegado a estar hasta 80 motos aparcadas, a lo que se suma la carga y descarga, desde las ocho de la mañana hasta las doce de la noche, con camiones bastante grandes", nos asegura Santiago, uno de los vecinos.
Pero eso no es todo lo que tienen que soportar estos vecinos de Tetuán. Nos afirman que el olor que sube a las casas es insoportable, que con el humo les pican los ojos y les hace carraspear la garganta.
Estos vecinos llevan meses denunciando esta situación ante el Ayuntamiento, tanto individualmente como de forma colectiva. También han avisado a la policía cuando las motos han bloqueado la calle y has estado con la presidenta de la Junta de Tetuán, la cual les ha dado la razón, según nos dicen los vecinos.
Además, han presentado más de 32.000 firmas en el Ayuntamiento, han interpuesto una demanda en el 'Defensor del Pueblo' y han organizado concentraciones en Cibeles para que las retiren, pero no han recibido respuesta ni solución alguna.
Desde el Ayuntamiento nos dicen que desde julio se ha cambiado la norma urbanística y que se van a empezar a prohibir las 'cocinas fantasmas' en las zonas cercanas a las viviendas. Además, se harán inspecciones rutinarias para que se cumplan.
Las 'cocinas fantasmas'
El auge de la comida a domicilio ha propiciado la proliferación de las denominadas ‘cocinas fantasmas’, cocinas industriales en las que se prepara todo tipo de comida rápida. Una oportunidad de negocio para unos, pero para otros es toda una auténtica pesadilla. Humos, malos olores, ruidos y un continuo trasiego de motos y furgonetas en la calle hacen la vida imposible a quien vive en la zona.
Estas cocinas sin venta directa al público no tienen que cumplir los requisitos administrativos y legales de los restaurantes: estos locales preparan comida solo para reparto a domicilio (y, en algunos casos, también para recoger en el propio local), eliminando así el consumo dentro del establecimiento. Internet y las Apps son su canal de comunicación con el cliente.