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Sergio tiene 34 años, una enfermedad degenerativa y va a tener que abandonar su vivienda adaptada.

"Ha pasado de tener que pagar 84 euros mensuales antes de que la vivienda la adquiriera un fondo buitre, a 400 y es un gasto que no puede asumir"

No puede trabajar y su pensión es mínima. Si no paga, se va a la calle. El viernes le comunicaron que debe entregar las llaves del piso. Además, para este joven con Ataxia de Friedreich dejar esta casa supondría perder su independencia.