Cada vez más, los agricultores precisan de las últimas tecnologías para actuar contra las plagas de sus campos.
Un equipo de Madrid Directo tiene la oportunidad de conocer a Sonia, directora de drones del grupo de aviadoras, que está realizando cursos a agricultores y a agricultoras, ya que pretende incentivar que sean más mujeres las que piloten los drones y adentrarse en el mundo agrícola.
El dron se ha convertido en todo un arma de trabajo en el campo, cada vez más beneficiosa y poco costosa, hasta un 30% menos. Su batería tiene una duración de 30 minutos y con varias recargas lo pueden utilizar durante toda la mañana.
En estos cursos de piloto aplicador fitosanitario se puede obtener el carnet profesional de piloto aplicador de tratamientos aéreos con dron. Una de las funciones más innovadoras del dron agrícola es el uso para el tratamiento de parques, jardines, campos de fútbol, golf y, sobre todo, zonas de plantación de agricultura.
Además, el dron equilibra el cultivo, se hace controlando los niveles de agua y así aprovechan el agua restante y se puede regar menos economizando. Cada vez son más los agricultores que priorizan el dron a los helicópteros a la hora de fumigar sus tierras, ya que se focaliza más a lo que tienen que hacer.
Y, ¿cómo funcionan los drones 'repartidores'?
Los drones repartidores están pensados para transportar pedidos a los yates y embarcaciones que se encuentran en el medio del mar. Estos tienen una autonomía de más de 100 kilómetros sin necesidad de repostar.
Estos drones permiten el envío de productos ligeros entre grandes buques de transporte de mercancías y su interlocutor en tierra sin atracar gracias a aeronaves no tripuladas.
Además, esta forma de entrega conlleva múltiples ventajas: se reducen las emisiones de CO2, la tecnología aeronáutica española se aprovecha de una inmediatez y precisión nunca vista para lograr el beneficio de las operativas de envíos logísticos junto a una mejora en las inspecciones de mantenimiento y de las autoridades marítimas.
Drones de vigilancia
Otra de las múltiples funciones de los drones es que con ellos también podemos hacer controles de seguimiento de los delitos medioambientales. Además, este vehículo aéreo cuenta con dos cámaras, una visual o diurna y otra térmica o nocturna.
Las operaciones áreas que se realizan con este tipo de dron se centran en la supervisión de los espacios naturales, así como en la protección de la flora y fauna y el control de vertidos ilegales o construcciones ilegales.
Otra de las funciones de los drones cuenta con una utilidad disuasoria y ayudan a los agentes a localizar y evitar botellones. Vuelan a baja altura e iluminan a los jóvenes con un foco para que sepan que están siendo observados por la policía y, de esta manera, no incumplan la ley bebiendo en la calle. Estos dispositivos también se utilizan para detectar vertidos incontrolados o para localizar a personas mayores que se han perdido.
Drones de tráfico
Los drones de la DGT vuelan a una altura de 120 metros y se desplazan a una velocidad de hasta 80 km/h. Soportan temperaturas de entre 20 y 45 grados y disponen de una autonomía de hasta 40 minutos.
La mayoría de ellos cuentan con un zoom de hasta 40 aumentos y algunos de ellos están equipados con un sistema automático de seguimiento de vehículos. Estos dispositivos los manejan dos personas, un piloto que se encarga de controlar el vuelo y otro operario que se encarga de la cámara.