Vídeo: REDACCIÓN | Foto:Telemadrid
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La joven agredida buscaba amigos a través de una aplicación del móvil, pero se encontró con su peor pesadilla. Armándose de valor, ha ofrecido su testimonio de violación para ayudar, dice, a que otras jóvenes no cometan el mismo error.

Conoció a su agresor a través de una aplicación del móvil

La víctima conoció a su agresor a través de una aplicación del móvil, llamada 'Happn'. Parecía un chico simpático. Se presentaba como modelo, atractivo y alto. De nacionalidad árabe. Y ella en un principio no sospechó nada.

Se intercambiaron el número de Whatsapp y él comenzó a mandarle mensajes a diario. Insistía en verse. Propuso pasar un 'día en la piscina', pero ese plan nunca llegó.

Tras una semana de mensajes, víctima y agresor quedaron en el número 41 de la calle Ponzano. Sin embargo, esta era una dirección falsa. Al llegar allí, el agresor pidió a la chica que le acompañara hasta su casa para desayunar. Y ella aceptó. Pero al entrar en la vivienda, comenzó a sospechar.

"Empecé a sospechar porque la vivienda estaba demasiado vacía, como si en realidad no viviera nadie allí"

Un escalofriante testimonio de violación

La joven entonces intentó huir.

"Entonces quise irme y él me lo impidió. Me garró con fuerza de la muñeca y yo grité, pero él se echó encima y consiguió quitarme el pantalón"

La joven se deshace en lágrimas y tiembla al recordar ese momento. Indefensa, agotada, ya no pudo resistir más y él aprovechó para agredirla. "Prefería salir viva de allí", dice.

Asustada, la joven asegura que este suceso le ha cambiado la vida. "No me apetece hablar con nadie, tengo pesadillas y mi familia tampoco me entiende. Dice que es mi culpa porque fui a su casa".

La psicóloga Silvia Álava se queja de que las víctimas de agresión sexual se encuentren a veces con esta terrible situación, con personas que no dan el apoyo necesario y culpabiliza ala víctima. Peor aún cuando esas personas son las que más apoyo deberían dar a la víctima.

Por otro lado, la abogada de la joven añade un dato escalofriante: el presunto agresor podría tener más denuncias similares por otras violaciones.