Ojo porque el anisakis, esa especie de gusanillo blanco que pueden tener los pescados, se ha encontrado también en los que han sido congelados. Se suponía que las temperaturas bajo cero acababan con el parásito, pero ahora nos dicen que la congelación debe durar más tiempo. Hemos hablado con Luis Quevedo, divulgador científico y experto, que nos da algunos consejos que debemos tener en cuenta para evitar el contagio.
De momento, las autoridades sanitarias han decidido aumentar a cinco días la recomendación para congelar el pescado antes de consumirlo, tras detectarse algunos casos de contagio en pescado que había sido congelado previamente. Además, el pescado debe estar congelado al menos a -20 grados centígrados, sin romperse la cadena de frío, para asegurarse que el gusanillo está muerto.
El boquerón es una de las especies que tiene más porcentaje de anisakis, pero también solemos encontralos en las merluzas, uno de los pescados que más consumimos, o los cefalópodos.
Entre los síntomas que aparecen al infectarse con el anisakis se incluyen: dolor abdominal, erupciones cutáneas, urticaria y a veces dificultad para respirar.