Uno de los juegos infantiles tradicionales más populares era jugar a las chapas. Reunías un puñado de las chapas metálicas de los envases o de las botellas de vidrio y decorabas el interior con diversos motivos.
Jugar a sacar las chapas del círculo o las carreras ciclistas eran algunas de las variantes preferidas por los niños de la época, sin olvidarnos del fútbol chapas.
Pues bien, lo de jugar a las chapas no es solo cosa de cuando éramos pequeños. Y es que este fin de semana se celebra en Móstoles el noveno campeonato de España de chapas.
La ciudad de Móstoles acoge este fin de semana el IX Open de Fútbol Chapas, que tendrá lugar en el centro comercial La Fuensanta y que recoge todas las modalidades: senior, infantil, por parejas y de consolación.
La celebración ha reunido a numerosos aficionados a este deporte que vienen de toda España: unas cien personas de peñas pertenecientes a una veintena de clubs, entre los que incluso hay alguno de Tenerife.
Además, en esta edición se celebran los diez años del nacimiento del club Fútbol Chapas Móstoles.
¿Cómo se jugaba al fútbol chapas?
Cada participante formaba un equipo con once chapas, cada una de las cuales estaba decorada con el nombre y número del jugador y con los colores del equipo. El campo se dibujaba en el suelo con tiza, aunque también se podía jugar sobre una cartulina o una moqueta.
La finalidad del juego consistía en introducir una pelota (en aquella época se jugaba con un garbanzo) en la portería del rival. Para ello, cada jugador debía darle un golpe con el dedo a una de sus chapas y que esta empujara la pelota. Los jugadores disponían de un golpe por turno y no siempre lo mejor era apuntar a la pelota: también podías desplazar la chapa para cubrir un espacio en el campo.
¡Seguro que te han vuelto las ganas de jugar a las chapas!