Vídeo: REDACCIÓN | Foto:Telemadrid
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En Madrid Directo hemos conocido una historia de inspiración. Se llama Chari, tiene 92 años y se levanta a las 5 de la mañana para ponerse a pelar 10 kilos de patatas cada jueves porque se ocupa de que no le falte un buen menú a quien lo necesita. Chari y su hija Julia cocinan desde que comenzó la pandemia para quienes se quedaron sin nada.

Se inscribieron en la Asociación Confía, una ONG que se constituyó ante el aumento de las necesidades de la población. Desde entonces no han dejado de elaborar, junto a un ejército de voluntarios, cientos de menús al mes. Para ellas, cocinar para los demás les llena de orgullo, satisfacción y gratitud. Más aún hacerlo en un día como Nochebuena.

“Ya he pasado muchas épocas malas, y sé lo que es pasar hambre”

Nació en 1929 y le tocó vivir la Guerra Civil Española. "Gracias a Dios, nosotros tenemos la despensa llena", cuenta a Madrid Directo. "Es muy doloroso ver a un padre o madre ver llorar a sus hijos porque quieren comer y no pueden darle un pedazo de pan", continúa. Mientras, junto a su hija, preparan una crema de calabaza para la Asociación Confía.

En el Puente de Vallecas se encuentra el comedor San José, en la Parroquia de San Ramón Nonato. Aquí es donde van a parar algunas de estas comidas solidarias. Pero los voluntarios no solo se dedican a preparar los menús, también hay quienes se sientan con la gente en las mesas porque, según explica, Javier Pereda, quien está al frente de la Asociación: "Nosotros no damos de comer, sino compartimos”.

Este es el germen de la ONG que después de 22 meses ahora reparte más de 5000 raciones de comida a la semana.