Aquí nacieron las patatas bravas

Buscamos el lugar donde se inventaron las patatas bravas, todo un clásico de las cartas de raciones en los bares españoles.

Tras años de pruebas, este establecimiento madrileño patentó la salsa en 1959. En aquella época los sabores picantes no eran muy comunes y fueron los clientes de este bar los que probaron por primera vez la nueva salsa.

Y no fue nada mal… La salsa brava original lleva tomate, aceite de oliva virgen extra, pimentón picante y dulce, sal, harina, ajo, jengibre… Y un toque secreto que, lógicamente, no se puede desvelar.

La auténtica salsa brava se elabora aquí a diario, de forma tradicional y no lleva aditivos. También se puede comprar envasada para comer en casa.