Asistimos a un nuevo asentamiento chabolista en la capital, concretamente en la plaza de José María Soler. Al parecer, desde hace ocho meses varias familias rumanas han creado su minicampamento entre hierros y maderas. Los vecinos hablan de malos olores, ratas e inseguridad. Ya no saben qué hacer, la convivencia es imposible. Pero hay más, una reportera de Madrid Directo ha conocido a Rafael, un cubano que vive desde hace 23 años bajo unos setos.