Salen a la luz nuevos detalles de la operación intruso

El pasado mes de diciembre, la Policía Nacional desarrolló la mayor redada contra establecimientos chinos de Madrid de los últimos diez años. Se llegaron a inmovilizar 500.000 productos tras registrar 44 bazares, tiendas de estética, karaokes, chatarrerías y peluquerías.

Los agentes también se incautaron de droga, armas blancas y pistolas. Además, se identificaron a 237 personas y se detuvieron a 22 individuos. Dos ciudadanos chinos fueron imputados y no detenidos.

Un mes después del estallido de la operación intruso salen a la luz nuevos detalles realmente escalofriantes. Animales exóticos a punto de ser cocinados, pastillas ilegales contra el coronavirus o inyecciones de botox en sótanos clandestinos.

La Policía Municipal mantiene bajo su radar entre 1.500 y 2.000 negocios, que algunos de ellos aparecen y desaparecen, con dudosas prácticas. En uno de estos locales, que actualmente permanece abierto, vendían cremas con lidocaína, inyectaban botox en el sótano e incluso hacían masajes en la parte de arriba del local.

Un equipo de Madrid Directo encuentra en algunos de estos negocios carteles de "cerrado por reforma". En uno de los locales la policía encontró dos loros en muy malas condiciones que estaban a punto de ser cocinados, incluso había también 150 kilos de carne en el suelo descongelándose. Un mes después, este establecimiento está completamente cerrado.

"En el barrio hay locales que no entra gente de fuera que no sean chinos, es exclusivamente para ellos", nos cuenta una vecina. Entre los negocios donde se realizaron inspecciones, en uno que encontraron marisco en muy mal estado ahora está abierto. Hemos intentado adentrarnos en él, pero no nos han dejado pasar.