Los hosteleros madrileños se reinventan con las tapas: se llevan la barra a la mesa. Cada semana, a las 12:00 horas se servirá en un restaurante diferente una copa de vino y una tapa por 4 euros. Una iniciativa para apoyar al sector de la hostelería, uno de los más afectados por la crisis de la COVID-19.
Los bares y restaurantes madrileños viven una sombría realidad, con demasiadas mesas vacía, sin movimiento en las calles y con muchos de los trabajadores en erte. Una gran parte de los hosteleros dicen que no saben cómo llegar a fin de mes y el futuro no es nada alagüeño sin turistas, sin menús y sin negocio.
Este fin de semana fue el primero con las nuevas medidas que, entre otras cosas, adelantan el cierre de los locales a las 23 horas. Según la asociación empresarial Hostelería Madrid, ha causado un fuerte impacto. Según su presidente, Juan José Blardony, se han producido 75.000 cancelaciones, lo que ha supuesto unas pérdidas para estos negocios de cerca de 8 millones de euros.