La tienda de magia más antigua de Madrid

Un equipo de Madrid Directo tiene la oportunidad de adentrarse en 'Magia Estudio', la tienda de magia más antigua de Madrid, ubicada en la zona de Malasaña. En su interior podemos encontrar asesoría personalizada en todas las compras y una biblioteca de acceso gratuito en la trastienda con un espacio de ensayo y reunión de magos.

Además, programan talleres y clases para que, el equipo que lo forman, puedan ayudarnos en nuestra formación. Como admiran las tiendas de magia a la antigua usanza, crean y fabrican muchos de sus juegos, así como material didáctico para que siempre tengamos siempre lo que necesitamos, tanto si estamos empezando como si llevamos mucho tiempo haciendo magia.

Para ellos, la trastienda es el corazón oculto de 'Magia Estudio'. En este lugar organizan talleres de grandísimos magos de todo el mundo, hacen cursos de iniciación y talleres exprés para recibir una introducción al mundo de la magia. También es el lugar de reunión de los magos que visitan Madrid y quieren pasar una buena tarde entre hechizos.

La trastienda esconde un secreto: la biblioteca de acceso gratuito, donde cuentan con más de 500 libros de magia para que cualquiera pueda ir a leer, estudiar o ensayar los trucos cuando quiera. "Es nuestra forma de devolver a la comunidad mágica toda la ayuda que nos prestó siempre".

Más de 100 años vendiendo ilusiones para los más pequeños en la Plaza Mayor

María Concepción Arribas, ayudada en el mostrador por su hija y su nieto, mantiene abierta una de las pocas jugueterías tradicionales que aún subsisten en el centro de Madrid para mantener la ilusión de los niños.

La abrió su padre, Juan Arribas Aguado, en 1919, en el número 19 de la actual Plaza Mayor, que por aquel entonces se llamaba Plaza de la Constitución. En aquellos tiempos, la tienda vendía, además de juguetes, bisutería y objetos de metal de escaso valor como llaveros, tijeras, dedales o monedas antiguas.

Hoy siguen con lo mismo y alguna concesión a los souvenirs. En 1935 el establecimiento se amplió con una segunda tienda, en la misma plaza, pero en el número 16, dedicada a la bisutería y, unos años más tarde, también a la perfumería.

María Concepción y Ángel Arribas Navarro, hijos del fundador, continúan con el negocio tras el fallecimiento de su padre a mediados de la década de 1950. Ángel, que era representante de juguetes, se hizo cargo del número 19 original, y la nueva tienda del número 16 pasó a manos de Concepción, que en los años sesenta compra definitivamente el establecimiento.