El doctor José Luis Flordelis, médico de la UCI del Hospital Severo Ochoa, ha recordado cómo vivió las semanas más duras de la pandemia en la que el sistema colapsó y las UCI se vieron desbordadas por el número de pacientes que llegaban a ellas. El doctor Flordelis ha reconocido que cuando se vieron colapsaron tuvieron que ir valorando cada caso de manera individualizada y duplicar las camas de UCI. Tuvieron que contar con numerosos profesionales del hospital, para poder tratar a pacientes en otros lugares del hospital aportándoles un tratamiento lo más adecuado posible y ha reconocido que "muchos de esos pacientes pudieron salir adelante".
Ha querido recordar que la neumonía por coronavirus que requiere ingreso en la UCI y conexión a un respirador es una patología muy grave. Por eso ha querido hacer un llamamiento para que la gente se lo tome muy en serio porque "cualquier persona puede terminar ingresada en una UCI conectada a un respirador. Nadie está a salvo".
También ha explicado cómo están organizando ahora las UCI para poder aislar a los pacientes con coronavirus de los no infectados.