Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
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En Tallin, Estonia, se encuentra la farmacia en funcionamiento más antigua de toda Europa.

Este establecimiento abrió sus puertas en 1422 para proporcionar a los ciudadanos remedios contra sus males. Hasta los zares se trasladaban hasta aquí para comprar sus medicinas.

Aquí se vendían jugo de momia y abejas quemadas como fármacos

Actualmente la farmacia continúa operando con normalidad, aunque en nada se parecen los medicamentos que se pueden comprar con los que se vendían hace cientos de años, y, una prueba de ello, lo podemos ver en un pequeño museo que hay dentro del local y que tiene auténticas reliquias históricas.

Por ejemplo, durante la Edad Media, aquí se vendían jugo de momia y abejas quemadas como fármacos.

Podemos ver también en el museo de la farmacia una pesa con la que medían los ingredientes para elaborar las fórmulas medicinales, pero también lagartos disecados, ranas o cobras en formol y ¡un erizo! del que aprovechaban varias cosas, como sus púas, las cual quemaban para proteger el aura de la casa, o su orina, empleada como colirio.