Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
(Actualizado

Uno de los lugares que más nos ha sorprendido de nuestro viaje a Austin (Texas) ha sido Fredericksburg, un pueblo en el condado de Gillespie, en medio de la América profunda, pero con un marcado acento y color alemán. Un poco de historia: Los orígenes teutones de este bello lugar vienen desde su fundación en 1846 por un grupo de alemanes liderado por John O. Meusebach, que negoció con los indios comanches fundar este pueblo en Texas.

Es el primer pueblo alemán, hay más, que se fundó en los Estados Unidos y se estima que más de 10.000 familias alemanas se asentaron en estas tierras a mediados del siglo XIX

Con ellos celebramos la Oktoberfest, la fiesta de la cerveza conocida en todo el mundo.