Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
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Madrileños por el mundo ha viajado al sur de Alemania, a Baviera cuya capital es Múnich. Característico por su naturaleza intacta, los castillos y pequeñas ciudades medievales vestidas de fastuosos palacios e iglesias barrocas. Tradición y modernidad en perfecta armonía.

Con una superficie de 70.553 kilómetros cuadrados tiene una población de casi 12,9 millones de habitantes. Las tierras bávaras fueron habitadas antiguamente por los celtas vindelicios e incorporadas, en parte, al imperio romano, formando parte de la provincia de Recia, conocida desde la Edad Media como Ratisbona.

Un ejemplo de los pintorescos pueblos medievales de Baviera es Rothenburg, el pueblo más mágico de la Ruta Romántica. Visitar Rothenburg es como entrar en un cuento de hadas. El pueblo acoge cada invierno su famoso mercado de Navidad, uno de los más bonitos que se pueden ver en el mundo y reflejo de la Edad Media en Europa.

Situado a los pies de los Alpes bávaros y presidida por la montaña más alta de Alemania, la Zugspitze, es también un paraíso para los amantes de los deportes al aire libre. Aquí se encuentra una de las estaciones de esquí más famosas del mundo, Garmisch-Partenkirchen, y la cima del Zugspitze, el pico más alto del país a 2.964 metros de altura. La montaña marca la frontera entre Alemania y Austria. Y desde aquí se pueden ver los cuatro países: Austria, Italia, Suiza y Francia.

En el sur de Baviera se encuentra el Palacio de Neuschwanstein, el mejor ejemplo de castillo de cuento de hadas que podemos ver en Europa. De hecho, Walt Disney se inspiró en él. Se trata del último castillo que mandó construir Luis II de Baviera y que se alza flotando sobre un desfiladero. Junto a otros dos palacios de Luis II, Linderhof y Herrenchiemsee, Neuschwanstein completa un conjunto conocido popularmente como “Castillos del Rey Loco”, declarado Patrimonio de la Humanidad.