Madrileños por el mundo: Nueva York en Otoño
Ciudad de ciudades, urbe por antonomasia, capital del mundo... La ciudad que nunca duerme, donde todo vale y que además tiene uno de los otoños más bonitos del mundo. Aquí hemos conocido a un grupo de madrileños que nos enseñan los rincones más representativos de la ciudad y el modo de vida neoyorquino.
En la tierra de las oportunidades, la fama cuesta (os suena), y es que en Nueva York la competencia es brutal y las condiciones de trabajo son duras. Por ejemplo, el primer año de contrato solo tienes tres días de vacaciones y hasta el quinto año no puedes disfrutar de tres semanas. Aun así nuestros madrileños aceptaron el reto y se ganan la vida trabajando en el Ballet de la ciudad, o como actores, en publicidad, en hostelería, turismo, finanzas... hasta montando una churrería, o paseando perros.
Nueva York es un gran plató y pateando sus barrios nos topamos con innumerables referencias a películas o series de televisión: Cazafantasmas, Fiends, las películas de Woody Allen... Algunos de ellos se han convertido en lugares de peregrinaje para fanáticos, como la casa del West Village donde vive Carrie, el personaje que interpreta Sarah Jessica Parker en "Sexo en Nueva York".
Sus barrios son tan conocidos como la propia ciudad: Broadway, Chelsea, Washington Heights, Brooklyn, Tribeca, Upper East Side, Queens, Roosevelt island, Harlem o Williamsburg (corazón hipster)... aunque una buena manera de conocer la ciudad es a través de sus edificios, como el Dakota, donde fue asesinado John Lennon, o el San Remo, hogar de artistas como Bono de U2, el Flatiron, el Empire State Building o el edificio Chrysler. Por el camino visitamos rincones imprescindibles como Central Park, el Puente de Brooklyn, Times Square, Rockefeller Center, la casa de George Washington, la emotiva Zona Cero, o la ¡estatua del Cid!.
La ciudad exige a sus habitantes y visitantes un estilo de vida donde la bicicleta, el metro y los taxis son protagonistas; donde aprender a dar la propina justa es todo un arte; donde la lavadora está prohibida por ley, el seguro médico es imprescindible y enterrarte en el cementerio de Manhattan puede costarte un millón de dólares. Un lugar donde puedes empaparte de las últimas tendencias, tomar un chupito de zumo de césped o comerte una pizza de chocolate y nubes. Es lo que tiene Nueva York.
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