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En el corazón de México se encuentra el estado de Querétaro, uno de los más ricos, de los más seguros y con más historia de todo el país.

Paseamos en primer lugar por el centro de Santiago de Querétaro, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco ya que tiene más de 1.200 edificios históricos. Uno de ellos es la Casa de la Corregidora, la sede del gobierno de Querétaro y lugar donde se fraguó la conspiración que dio lugar a la independencia de México de España.

A los pies de esta construcción oficial, encontramos numerosos puestos ambulantes donde se vende artesanía local, unas piezas originales que los artesanos pintan a mano con llamativos colores.

Continuamos por la ciudad hasta llegar a uno de los edificios más sorprendentes y misteriosos, la Casa de la Zacatecana que actualmente es un museo de la vida de la aristocracia a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX.

Pero lo más curioso de este lugar es que aquí se produjeron tres asesinatos. El primero cuando el criado de la familia, que mantenía una relación sentimental con la señora de la casa, mató al marido de la mujer. El segundo asesinato se produjo cuando la viuda decidió deshacerse del criado. Y, por último, la mujer apareció muerta al poco después en el mismo lugar.

Hacemos una parada en Corregidora, uno de los 18 municipios del estado de Querétaro que tiene 212.000 habitantes y que se encuentra a siete kilómetros de la capital.

En el centro de Corregidora encontramos la iglesia de San Francisco, construida completamente de piedra tallada en el siglo XVIII, pero lo más importante de este lugar es que aquí se celebra el Grito de la Independencia de España, la fiesta que celebran los mexicanos el 15 de septiembre.

Y subiendo las escalinatas de Corregidora vislumbramos con total claridad la Pirámide del Cerrito, construida por los toltecas como centro ceremonial.

Hasta hace muy poco, esta pirámide estaba completamente enterrada y cubierta de vegetación, pero un día, el propietario del terreno decidió hacerse una casa en lo alto de lo que él consideraba una colina y fue entonces cuando los arquitectos descubrieron estas ruinas que ahora lucen en lo alto una construcción a medio terminar.

Otro de los lugares más emblemáticos de Querétaro es su acueducto de 74 arcos y más de un kilómetro longitud, casi el doble del que tenemos nosotros en Segovia.

Cuenta la leyenda que este acueducto fue construido por un marqués que llegó a este estado y que se enamoró de su prima, que era monja, y fue ella la que le pidió que lo hiciese por la cantidad de enfermedades que había en el lugar.