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San Francisco se encuentra en la costa oeste de Estados Unidos, en el estado de California. Esta ciudad empezó siendo una misión jesuita española, resplandeció con la fiebre del oro a mediados del siglo XIX y se convirtió en la cuna del movimiento gay.

Nuestra primera parada del viaje la hemos hecho en el aeropuerto en el que trabaja Eduardo, como miembro de la TSA, la agencia del gobierno de EEUU que se ocupa de la seguridad en el transporte.

Gracias a nuestro madrileño hemos podido ver desde dentro cómo son esos controles tan exhaustivos en el aeropuerto debido a la cantidad de objetos peligrosos que los viajeros intentan transportar.

Aquí trabajan también los perros adiestrados para encontrar explosivos en el aeropuerto.

Continuamos con una visita imprescindible, la simpática estampa de los leones marinos del Pier 39 descansando al sol y emitiendo sus característicos sonidos que atraen a los turistas que no dudan en sacar una fotografía de estos animales marinos.

Y muy cerca se encuentra la denominada La Roca, esa prisión en la isla de Alcatraz que consideraban de extrema seguridad y que ahora es un gran atractivo para los visitantes de la ciudad.

Uno de los rincones más bonitos de San Francisco y que sus 7 casitas son muy famosas son las Painted Ladies en el barrio de Álamo Square y cuyo precio asciende a unos 3 millones de dólares.

El parque Dolores es otra parada obligatoria en este viaje, un gran lugar para pasear o pasarlo bien gracias al ambiente que tiene. Este lugar sirvió como campamento de refugiados en 1906 tras el terremoto.

Pero si hay algo característico de la ciudad de San Francisco son sus grande cuestas por donde circula el típico tranvía que vemos en la películas aunque por la pandemia por coronavirus su servicio ha sido suspendido y se prevé que se reanude el funcionamiento en octubre.

Y en esta zona se encuentra Lombard street, la calle más sinuosa del mundo compuesta por ocho curvas diseñadas para que los coches puedan bajar una pendiente de 27 grados de inclinación. En plena época turística, pasan por aquí 350 coches a la hora, por eso el ayuntamiento se ha planteado la posibilidad de establecer una especie de peaje.

No podía faltar la visita a Silicon Valley, la cuna de la tecnología. De esta zona de Palo Alto nacieron empresas como Facebook o Google y ahora se encuentran aquí los grandes gigantes tecnológicos como Apple.