Para que sea un auténtico queso suizo tiene que estar elaborado con leche fresca de vacas que hayan pastado en los Alpes suizos
Norma Navas
Uno de los aspectos más importantes cuando viajamos a otra parte del mundo es la gastronomía típica de la zona y por eso, vamos a hablar de un imprescindible en muchos hogares, el queso.
Y es que, aprovechando la visita de Madrileños por el mundo a Lago Lemán, hacemos una parada en la pequeña ciudad de Gruyères, cuna del conocido y auténtico ‘Le Gruyère AOP’, para deleitarnos con su aroma típico y exquisito realizado con leche cruda fresca que proviene de las vacas de la zona que pastan libremente en los Alpes suizos.
Pero no solo podemos disfrutar de un manjar así en Gruyéres, ya que Suiza es un gran proveedor de quesos que destacan por su extraordinaria calidad al ser elaborados con la mejor materia prima y por los mejores profesionales artesanos que obtienen el título de ‘maestro quesero’ tras seis años de formación.
En el cantón de Valais, en el corazón de los Alpes suizos se produce el ‘Raclette du Valais’, un queso que en octubre de 2007 recibió la denominación de origen protegida ‘AOP’ y ha sido reconocido como patrimonio culinario suizo en 2008. Su nombre de Raclette se deriva de la palabra ‘racler’, ‘rayar’ en el dialecto francés nativo, es semicurado y normalmente se presenta en forma de una gran rueda.
Seguimos nuestra ruta de para probar ahora el auténtico queso que no se corta, se raspa, el ‘Tête de Moine’. Este producto se produce en menos de diez queserías de aldea de su región de origen, Jura bernés, la zona francófona del cantón de Berna. Su presentación es muy llamativa gracias a las virutas raspadas con una herramienta como el girolle.
Y llegamos a Appenzell, región que da nombre al queso más misterioso de toda Suiza ya que únicamente dos personas conocen la receta secreta de su adobo que tiene una solera de más de 700 años y que le da su característico sabor picante.
Pero el queso más internacional es el ‘Emmentaler’, que recibió su nombre del valle con el río Emme y que era elaborado originalmente en el cantón de Berna aunque, actualmente, solo el 5% de su producción mundial tiene denominación de origen suiza.
Las ruedas de esta variedad, considerada ‘el Rey de los quesos’, son de grandes dimensiones con diámetro de 80 a 100 cm y un peso de 75 a 120 kg. Sus característicos agujeros del tamaño de cerezas se producen durante el proceso de maduración en cuevas cálidas con una temperatura de entre 20 y 24 grados.
¿Dónde encontrar queso suizo en Madrid?
En Madrid puedes encontrar quesos de cualquier parte de mundo. Aquí tienes algunas de las tiendas preferidas para los amantes del queso.