Con sus 3.350 metros de altitud, el Etna es el volcán activo más grande de Europa y uno de los símbolos de Sicilia. Cuatro de sus 250 cráteres están activos y entran en erupción con bastante frecuencia. Pero además de atractivo natural, el monte Etna es también un destino turístico de nieve y esquí en invierno.