Es uno de los emblemas de la costa oeste de Estados Unidos. El Golden Gate es uno de los puentes colgantes más famosos del mundo. Construido entre 1933 y 1937, tiene una longitud de 1.280 metros y está suspendido sobre dos torres de 227 metros de altura. Sus seis carriles unen la península de San Francisco por el norte con el sur de Marin, y también tiene carriles protegidos para peatones y ciclistas.
Recibe el nombre del estrecho en el que está situado, al igual que el estrecho de Constantinopla, popularmente conocido como Puerta Dorada, ya que comunicaba Europa con Asia. Originalmente su color iba a ser precisamente dorado, pero para evitar la oxidación a causa de la brisa del océano, se decidió pintar con el actual color rojo tan característico.
Lo cruzamos a pie con Gema, una madrileña de Tetuán que vive en San Francisco desde hace nueve años, y nos encontramos con un curioso teléfono de la esperanza por si alguien en situación desesperada decide pensárselo antes de tomar una decisión definitiva.