Uzbekistán, un destino poco turístico que fue el corazón de la 'Ruta de la Seda'
Visitamos Samarkanda, una de las más antiguas del mundo, y el centro histórico de Bujará, declarado Patrimonio de la Humanidad
Cada semana un reportero del programa viaja a otras ciudades del mundo para ver cómo viven los madrileños fuera de nuestro país. ¿Te animas a venir con nosotros a conocer madrileños por el mundo?
Viajamos a 5.944 kilómetros de Madrid para conocer Uzbekistán, antigua República Soviética hasta 1991 y el país de Asia Central con más mezquitas y madrasas.
Empezamos nuestro viaje en Samarkanda, la segunda ciudad más grande del país y una de las más antiguas del mundo.
Históricamente era muy importante porque era el corazón de la famosa 'Ruta de la Seda' que, para el que no lo sepa, era una extensa red de rutas comerciales terrestres y marítimas.
La joya de esta ciudad es la Plaza Registán, que ha ido ganando popularidad a nivel internacional, a pesar de que Uzbekistán no es un destino muy turístico.
Y no es de extrañar que todo el que pase por aquí se enamore de sus hermosa arquitectura.
La plaza está rodeada por grandes madrasas, el nombre que reciben en la cultura área las escuelas religiosas, es decir, los edificios dedicados a al estudio y aprendizaje del Corán.
Nos encontramos en este lugar con numerosas novias que se realizan aquí los reportajes fotográficos de boda, unas bodas uzbekas que reciben el nombre de 'Nikokh-Tui y que son llamativas por su ostentosidad.
Visitamos ahora la necrópolis de Samarkanda, donde se encuentran las famosas escaleras que conducen a Shah-i-Zinda que, cuenta la leyenda, que los maridos le hacían contar a las mujeres los escalones a la subida y a la bajada y, si el número coincidía, significaba que estas mujeres eran fieles.
Esta necrópolis tiene 20 edificios y es Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Nos trasladamos a Bujará, la quinta ciudad más poblada de Uzbekistán, Su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 1993. Aquí conocemos algunos de los textiles típicos como los sobreros y las alfombras, algunas de ellas con más de 200 años de antigüedad.
Visitamos otra madrasa en Bujará, concretamente una que fue construida por un rico comerciante de caballos y alfombras.
Taskent, la capital del país, es nuestra siguiente parada, y uno de sus monumentos más emblemáticos es la 'Mezquita Menor', caracterizada por esta revestida de marmol blanco.
Esta ciudad fue devastada por un terremoto de 8 grados que destruyó 36.000 edificios.
Cogemos también el metro que se caracteriza por tener las paradas tematizadas, todas son diferentes.
Y como ya parece que nos ha entrado algo de hambre, qué mejor que probar el plato nacional de Uzbekistán, el 'plov'.
Y para probarlo y saber cómo se hace correctamente, hemos al 'plov center', el sitio más grande en el que cocinan este plato en Taskent, la capital de Uzbekistán.
Aquí, en grandes calderas se cocina al día casi una tonelada de plov y abre las 24 horas del días y los 7 días de la semana.
Pero, ¿qué lleva este plato?
Su ingrediente básico es el arroz con zanahoria y lleva también diferentes tipos de carne como de cordero o de vaca y también se puede hacer con carne de caballo. Su precio, ronda los 3 euros.
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