Este barco solo ha navegado para llegar a su destino en la costa del Peñón
Foto: Redacción |Vídeo: Telemadrid
Redacción
La construcción en Gibraltar es escasa y por ello cara debido a la falta de terreno en El Peñón y por eso las empresas buscan cómo poder hacerse un hueco en esta ciudad como es el ejemplo de este llamativo hotel que en realidad es un yate de lujo que siempre permanece atracado en el puerto y que costó construir 200 millones de euros y que tiene una antigüedad de 8 años.
Este hotel cuenta con 189 habitaciones, 7 plantas y además de servir como alojamiento aquí se celebran numerosos eventos y bodas.
Miguel es el encargado y nos recibe en el lobby de este impresionante barco donde nada más entrar, nos encontramos con una gran escalera.
“El concepto del barco es estar aquí atracado, aunque podría navegar si fuese necesario”, nos ha contado.
A pesar de que la pandemia en Gibraltar está muy controlada y sus fronteras han estado abiertas mientras en otros países se cerraron, la falta de turistas también se ha hecho notar en este lujoso hotel que actualmente solo está abierto los fines de semana.
Y ¿qué público es el que suele alojarse en este yate?
“Más del 90 por ciento de nuestro público son británicos y rusos también porque hay una comunidad rusa en Marbella, muy cerca de aquí”, detalla Miguel.
Accedemos a la planta más alta del barco, la número 7, donde hay una gran terrada con hamacas y una piscina que te ofrece unas impresionantes vistas del Peñón de Gibraltar.
Aquí se celebran numerosas y lujosas bodas como una que tuvo lugar el pasado verano donde contrajeron matrimonio una pareja de rusos ante un total de 10 invitados y que llegó a costar 30.000 euros.
Al girar un poco la vista desde esta gran terraza, podemos ver cómo despega un avión de la única pista del mundo que es transitable para las personas que cruzan a diario la frontera, por lo que, cada vez que despega o aterriza una aeronave, hay que cortar el tráfico fronterizo creando interminables atascos.
Como solución a este problema, se está estudiando la construcción de un túnel que facilite el acceso a la frontera sin tener que pasar por el aeropuerto.
Para finalizar la visita al hotel-yate, accedemos a la sala de mandos que se tuvo que utilizar para llevar el barco a su lugar de destino, aunque no se ha vuelto a usar nunca más.
Esta empresa dispone de dos barcos similares más en Londres y Finlandia.