Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
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Unos 500 vecinos llevan más de una década sufriendo el mal olor de las aguas fecales que manan del subsuelo y alcanzan sus casas y garajes, un problema de salud pública que se agrava con el verano y las fuertes temperaturas.

La insoportable situación está causando problemas respiratorios y alérgicos y los vecinos piden al ayuntamiento que acabe con una situación que se alargada ya demasiado tiempo.