Alicia Pardo transformó una ruinosa explotación familiar dedicada a la cría de mulos en una innovadora ganadería de yeguas en Soto del Real. Ordeñan calostro y leche, para después, convertirla en complementos alimenticios, cosméticos y jabones.
Pardo asegura que “la leche de yegua es la más parecida a la humana y, además, permite asimilar mejor los nutrientes”.
Pardo cuenta con el premio europeo a la iniciativa joven rural sostenible. Además, preserva especies autóctonas de la zona reconocida como Reserva de la Biosfera por la UNESCO y desempeña una labor sostenible y ecológica.