Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
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Ningún embajador puede empezar a ejercer su labor en España hasta que presenta sus credenciales a Su Majestad el Rey. Una ceremonia que apenas ha sufrido cambios desde la época de Carlos III y que nos han permitido vivir en primera persona. Desde la preparación de carruajes, caballos, cocheros y lacayos, hasta el acto protocolario en algunos de los salones más hermosos del Palacio Real.