Brihuega (Guadajara), tierra de lavanda, está situada a 100 kilómetros exactos de Madrid. En este pueblo se celebra el festival de lavanda en honor a esta planta, con conciertos al anochecer. En sus calles nos podemos encontrar un mercado de lavanda con jabones, sacos y papeles con el color morado. Este pueblo tiñe de morado todos los símbolos y objetos de las calles en honor a esta flor como la señal del centro médico o los balcones se tiñen de morado.
La lavanda pertenece a la familia de la menta y se ha usado para curar enfermedades, alejar a los insectos y como fragancia en aromaterapia.
El Festival de la Lavanda celebra conciertos en este entorno natural. Las personas acuden a vestidos de blanco a este donde han actuado gente como Taburete o Víctor Manuel.
Los comercios de Brihuega se centran en productos que cuenten con esta planta aromática. La Panificadora Cepero se especializa en la venta de dulces con sabor a lavanda. Sus dulces estrella son los mantecados con aroma de lavanda y unas magdalenas borrachitas que están emborrachadas con un almíbar que hacen con miel de lavanda y con coco rallado por encima.
Otro comercio destacado del pueblo es Artesanía de Lavandaña. Este local se dedica a la apicultura y cuenta con miel de lavanda de la zona. Todo lo que venden esta tienda esta hecho por artesanos de la zona. Uno de sus productos estrella son los caramelos de miel y lavanda que suavizan muchísimo la garganta. Otro artículo a destacar es un ambientador a lavanda que se realizan de los propios campos de la dueña de la tienda.
Las cuevas árabes
Uno de los encantos de Brihuega son sus cuevas árabes. Estas cuevas son un laberinto de galerías y túneles que recorren todo el subsuelo de Brihuega, con una longitud de 8 kilómetros. Esta zona mantiene una temperatura ambiente de 13 grados en invierno y en verano y servía como escapada a los árabes que huían de la ciudad y conectar los diferentes edificios de la zona.
En estas cuevas se encuentran vasijas hechas por alfareros en el mismo laberinto y conservaban agua, aceite y vino. Otro de los encantos de la cueva es la prisión donde tenían a esclavos y cristianos que están prisioneros. La entrada son 3 euros por persona.