Ricardo es gerente de la empresa Arcavans. En esta empresa se dedican a camperizar furgonetas. Camperizar una furgoneta requiere entre uno y seis meses de trabajo. Camperizar una furgoneta normal cuesta aproximadamente unos 10.000 euros.
Si alguien desea teletrabajar desde una furgoneta camperizada, esta necesita una autonomía eléctrica y para ello en esta empresa le implementan muchas baterías, placas solares y hasta un generador. El sistema que utilizan para el retrete es una cámara crematoria seminovedosa que consigue que el dueño solo tenga que vaciarlo dos veces al año.
Circular con un vehículo camperizado sin homologar es una infracción que se penaliza con multas de hasta 400 euros. Arcavans es una empresa familiar donde trabajan Ricardo, su mujer y sus dos hijos.
A diferencia de las auto caravanas, las furgonetas camperizadas pueden entrar en algunas carreteras complicadas y tener una mayor agilidad. El principal cliente de esta empresa familiar es una persona que desea teletrabajar desde cualquier parte del mundo. Cada vez hay más personas que optan por el teletrabajo itinerante para mejorar su calidad de vida y su productividad.