Cuando la montaña se convierte en un refugio para huir de la gran ciudad
Un hotel con vistas al Almanzor: Íñigo y Sofía dejaron la vida corporativa en Madrid para fundar La Nabia, un hotel rural en Gredos que ofrece tranquilidad y desconexión en un entorno único.
Paseos a caballo en Guadarrama: Los hermanos de la hípica Los Ciruelos organizan rutas por la sierra, una experiencia que combina naturaleza y tradición por 20 euros la hora.
Foto: REDACCIÓN |Vídeo: Telemadrid
REDACCIÓN
En el programa Mi Cámara y Yo hemos descubierto cómo el estrés, los atascos y la contaminación llevan a cada vez más madrileños a cambiar el bullicio de la ciudad por la tranquilidad de la montaña. Íñigo y Sofía, Juan Carlos, y los hermanos de la hípica Los Ciruelos son algunos de los protagonistas de este cambio de vida, que combina trabajo, pasión y un retorno a las raíces.
Un hotel rural en Gredos
Íñigo y Sofía decidieron dejar atrás sus carreras para crear La Nabia, un hotel rural en la Sierra de Gredos, a 820 metros de altitud, con vistas al Almanzor y al Valle del Tiétar. Este refugio, pensado solo para adultos, ofrece descanso y desconexión.
“Surge de dos personas, trabajando en Madrid, en empresas grandes, que se cansan de esa vida y deciden ir al campo y emprender en su propio negocio”, explica Íñigo. El hotel, con precios que oscilan entre 170 y 380 euros, es un destino ideal para quienes buscan tranquilidad sin alejarse demasiado de la ciudad.
Pastoreo como vocación
En Guadalix de la Sierra, Juan Carlos combina su empleo en la industria farmacéutica con el cuidado de más de 100 ovejas. Heredó esta pasión de su abuelo cuando tenía solo 19 años y, a pesar del sacrificio que implica, no lo cambiaría por nada.
Es una vida que equilibra esfuerzo y gratificación, reflejando una conexión con sus raíces que no tiene precio.
Caballos en la Sierra de Guadarrama
En la Sierra de Guadarrama, los hermanos de la hípica Los Ciruelos organizan paseos a caballo por los parajes naturales de la región, brindando una experiencia que combina deporte y conexión con la naturaleza.
“Hemos visto el ejemplo de nuestros padres, que han estado toda la vida trabajando con caballos y ganadería”, explica Óscar, uno de los hermanos. Por 20 euros la hora, ofrecen a los visitantes la oportunidad de explorar la sierra a lomos de sus caballos, un trabajo que realizan con dedicación y amor.