Cuando el Parque Sindical era la auténtica playa de Madrid
Durante años esta enorme piscina fue el 'Benidorm' madrileño
Ahora se conoce como Centro Deportivo Puerta de Hierro, pero para los madrileños siempre será el Parque Sindical, la piscina a la que acudían en verano como si de una romería se tratara, el lugar donde pasaban el día al tiempo que se refrescaban si conseguían encontrar un hueco, claro. Era la playa de Madrid y a las imágenes nos remitimos: miles de madrileños agolpados en torno a una enorme piscina que durante años fue referencia del verano.
Como en Benidorm pero sin mar
Esta piscina, el Parque Sindical, llegó a batir el récord de aforo y además es una de las piscinas más antiguas de Madrid.
Durante muchos años fue la piscina más grande de Europa y ahora ha bajado a la segunda posición, pero también es, con un vaso de 130 x 52 metros, la segunda piscina más grande de todo el mundo.
En total, el Centro Deportivo cuenta con tres piscinas y un entorno que supera los 300.000 metros cuadrados. "Llenar esta piscina supone una factura de unos 30.000 euros", nos explica el encargado de las instalaciones. "Como mínimo la vaciamos una vez al año, reponemos todas las baldosas rotas para que nadie se corte y la reciclamos entera".
La imagen que ofrece ahora es bien distinta a la de hace unas décadas, cuando miles de madrileños la escogían para pasar los fines de semana cada verano. Su máxima popularidad fue entre los años 60-80. "Ha llegado a haber 20.000 personas dentro de la piscina... Eran como hormiguitas".
Pedro Montoliú, cronista de la Villa de Madrid, nos muestra el recorte del periódico 'Ya' de una portada dedicada a la afluencia masiva de los madrileños a la piscina. Una piscina que nació oficialmente en 1959, a pesar de que comenzó a formarse en 1955, cuando se instaló una enorme presa en el río Manzanares en este tramo, consiguiendo que quedara una zona de agua estancada equivalente al tamaño de once campos de fútbol. No fue hasta 1959 cuando se agregó la piscina. Ese verano la usaron más de 400.000 personas.
La piscina de los obreros
La popularidad de esta piscina se extendió con rapidez. También se la conocía como 'el charco del obrero', porque era una piscina para trabajadores. De hecho, para entrar debías formar parte del sindicato.
La piscina se reformó de forma íntegra en 1991. Hoy la afluencia es controlada y además del nado, se pueden realizar numerosas actividades deportivas en el agua, como la canoa, kayak, piragüismo, buceo o Paddle surf.
La entrada cuesta cinco euros si no se dispone de ningún descuento, y 3 euros para niños, jóvenes, mayores de 65 años... "y hay personas que también pueden pasar de forma gratuita. Hay muchos descuentos". El aforo ahora es del 60% por la pandemia del coronavirus.
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