Patones de Arriba, destino de los madrileños cuando no podemos salir de Madrid
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REDACCIÓN
Pasear entre la Naturaleza y calles de suelos empedrados se convierte en todo un privilegio y en objeto de deseo para todos los que viven en la ciudad. Por eso, en días festivos y en fines de semana, los pueblos de la sierra se llenan, hasta tal punto, que los vecinos habituales de estos lugares prefieren 'autoconfinarse' durante estos días.
Patones de Arriba es un buen ejemplo de cómo se ha visto 'invadido' de turismo de la Comunidad de Madrid durante el cierre perimetral de la misma. De hecho, sus trece bares y restaurantes no han parado y su casa rural tiene todo completo hasta el puente de mayo.
Lo más difícil al acudir a Patones de Arriba es el aparcamiento. Está prohibido subir con el coche al pueblo, y apenas hay sitio para dejar el coche en los alrededores. Muchos turistas prefieren llegar en autobús y subir andando al pueblo. Y algunos vecinos sufren las consecuencias de tener coches aparcados en la puerta de sus casas.
Desde la Oficina de Turismo de Patones se ha creado una opción de 'visita virtual' del pueblo, a través de la página web www.turismopatones.net. El objetivo es que no acudan tantas personas en un mismo día al pueblo. "Pedimos a la gente que vengan más adelante".
Completo para los alojamientos rurales
Para el alcalde de este municipio, Óscar Sanz, esto pone en peligro a los vecinos del pueblo, cerca de 40 censados. Los fines de semana registran más de 1000 visitas al día.
Quienes viven la cara más amable de esta incursión turística en el pueblo son los alojamientos. La casa rural, que comprende cuatro casas rústicas, tiene todas las habitaciones completas hasta el puente de mayo. En esta casa rural, pasar una noche puede salir entre 120 y 154 euros.
Normal que la venta de casas en Patones haya aumentado. Aunque en Patones de Arriba es muy difícil encontrar una casa en venta. Hay muy pocas y están mucho más valoradas. "En Patones de Arriba cuestan más de 200.000 euros. Es más caro y nos las quitan de las manos", nos cuentan desde una agencia inmobiliaria.