A sus casi 80 años, Pablo ha dedicado toda su vida a recoger leña del bosque para después de tratarla y cortarla, venderla por la sierra de Madrid. Con un hacha y sin guantes, impresiona ver su destreza y agilidad.
Este leñador del municipio segoviano de El Espinar, ya jubilado, echa una mano a sus hijos, herederos del negocio, en estos días de frío donde los pedidos se multiplican.
Mientras le acompañamos en uno de sus repartos a domicilio subidos en su clásico Land Rover, descubrimos la vitalidad de un vecino de la sierra con muchos inviernos a su espalda y pásmense, en mangas de jersey!!!!!!