Para poder optar a vivir en uno de estos chalés era indispensable cumplir dos requisitos: ser militar y estar casado. Si los cumplías tenías casa para toda la vida, por ejemplo, en la colonia Arroyo Meaques, propiedad del Ministerio del Interior.
Ubicadas en la zona ahora conocida como Colonia Jardín, en el límite entre el madrileño barrio de Campamento y Pozuelo de Alarcón, cuentan con salón, cocina, baño, varios dormitorios y un amplio jardín.
El número de metros cuadrados dependía del rango militar del inquilino. Los altos cargos tenían derecho a casas más amplias a cambio de rentas bajas. Actualmente, las casas se están liberalizando y ya hay civiles que se han convertido en sus nuevos propietarios.