Evidentemente, la vida no será la misma en un municipio de miles y miles de personas que en un pueblo en donde sus 47 habitantes se conocen por su nombre de pila.
Lo más curioso es que los pueblos madrileños, con tendencia a despoblarse poco a poco, gozan ahora de una 'inusual' popularidad, y son el lugar más codiciado por aquellos que buscan una vida más tranquila en donde poder 'sobrellevar' la pandemia de mejor manera.
Diez habitantes más
Madarcos es el pueblo menos habitado de la Comunidad de Madrid. Tiene censadas 47 personas. Está a 87 kilómetros de la capital, bastante alejado del 'ruido y el ajetreo' de la urbe. Y tal vez sea esto lo que ha contribuido a que durante estos meses, haya incrementado su población en diez personas, que para Madarcos, ya es mucho.
En Madarcos no hay supermercado, solo un bar. La compra se hace gracias a una furgoneta de reparto que llega con alimentos cada semana al pueblo.
Acompañamos a Paula, una actriz catalana afincada en Madrid que ha encontrado en este pueblo la tranquilidad que buscaba durante la pandemia del coronavirus. De momento vive en un apartamento rural "porque aquí es muy difícil encontrar una casa de alquiler".
También conocemos a Gonzalo, que llegó a Madarcos desde Puerta del Ángel hace ya tres meses con su mujer, Ayana, cantante y traductora de hebreo, dispuestos a empezar allí desde cero una nueva 'normalidad'. Él, asesor de nutrición y vida saludable, se dedica ahora a dar clases de taichi entre los habitantes del pueblo.