50 son los bomberos que, tras dos años como mínimo en el cuerpo y superar unas pruebas específicas de montaña, pasan a formar parte del GERA, el Grupo Especial de Rescate en Altura. Su cometido es socorrer a los accidentados en la montaña madrileña y hacerlo en tiempo récord. Y para eso cuentan con un helicóptero que les permite llegar a los lugares a los que nadie accede.