Dónde están las calles de nuestros premios Nobel en Madrid
Echegaray, Severo Ochoa, Ramón y Cajal... Grandes ilustres de ciencias y letras, con algo en común: todos ellos ganaron el galardón internacional de mayor prestigio: el premio Nobel.
Pero más allá de galardones, existe un reconocimiento mayor, un premio que hace que se fundan para siempre en la ciudad: una calle, avenida o plaza. Sí, nuestros siete premios Nobel españoles, que además vivieron en Madrid, también forman parte del callejero de la ciudad. Pero, ¿sabes dónde encontrarlos? Comencemos.
Una gran Avenida para un médico ilustre
El doctor Santiago Ramón y Cajal no solo tiene un monumento en el parque El Retiro (obra, por cierto, del escultor Victorio Macho). También da nombre a uno de los hospitales más importantes de la ciudad y a una parada de tren de Cercanías. Pero por si eso no fuera poco, también ha sido merecedor de una gran Avenida.
Este navarro que pasó sin embargo casi toda su vida en Madrid, recibió el premio Nobel de Medicina en 1906. De entre todas sus investigaciones, fueron especialmente valiosas las relacionadas con el sistema nervioso.
La Avenida Ramón y Cajal se encuentra entre la Avenida de Concha Espina y la Avenida de la Paz, atravesando la plaza Virgen Guadalupana. En ella encontramos el famoso parque de Berlín y la original iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, y pasa por encima de la M-30, dejando a un lado el parque Félix Rodríguez de la Fuente.
Un hombre polifacético: Echegaray
Desde una placa conmemorativa en la calle en donde nació, en pleno barrio de las Letras (calle de Quevedo, 7), hasta un busto que se conserva en el Banco de España y por supuesto, una calle en su ciudad, Madrid.
José Echegaray fue un hombre polifacético: bueno en las letras, la dramaturgia, las matemáticas... y hasta se atrevió con la política (llegó a ser ministro de Fomento). Recibió el premio Nobel de Literatura en 1904 (premio compartido con Federico Mistral). Sí, fue nuestro primer premio Nobel de toda la historia.
Como no podía ser de otra forma, Madrid le 'premió' con una calle, pequeña pero céntrica, en un lugar privilegiado. Es paralela a las calles Ventura de la Vega y calle del Príncipe. Nace en Carrera de San Jerónimo y llega hasta la calle de Huertas. Una unión perfecta entre todos los campos que apasionaban a Echegaray: el arte, las ciencias, la política...
En su calle encontramos el teatro Reina Victoria, una prestigiosa Escuela de actores (la Escuela de Assumpta Serna) y un buen número de locales de restauración.
Un poeta de Palos de Moguer en Nobel
Una placa instalada en el centenario de su nacimiento, recuerda dónde vivió en Madrid Juan Ramón Jiménez, premio Nobel de Literatura en el año 1956. Está en la calle Padilla número 38. Aunque es cierto que también pasó alguna temporada en otros lugares de la capital. Entre ellos, en el Sanatorio del Rosario.
Este onubense (nacido en Palos de Moguer), pasó en Madrid cerca de 30 años y le dedicó numerosos escritos en prosa que reunió en su obra 'Libros de Madrid'. Su pasó dejó huella en esta ciudad que le ha dedicado en el callejero una calle que encontramos cerca del estadio Santiago Bernabéu.
La calle de Juan Ramón Jiménez parte de la calle Profesor Waksman y es paralela a la calle Doctor Fleming y a la calle del Padre Damián. Corta a la Avenida Alberto de Alcocer y continúa hasta la calle Félix Boix. Una calle larga en donde encontramos los jardines y la parroquia de San Fernando, y numerosos restaurantes.
Una céntrica plaza para Benavente
Nació y murió en Madrid, y compartió con esta ciudad su pasión por las letras. Escritor, dramaturgo, poeta, periodista... Un hombre multifacético con una marcada predilección por las artes. El autor de obras como 'La malquerida' o 'Los intereses creados', consiguió el Nobel de Literatura en el año 1922. Madrid por su parte, le regaló algo mejor: una céntrica plaza llena de vida.
La Plaza de Jacinto Benavente está muy cerca de la Puerta del Sol. De ahí parte la calle Carretas, y ve pasar la calle Atocha y la calle de la Bolsa. Es un lugar de ocio y restauración, de paso de miles de paso de miles de personas, en donde destaca el monumental edificio del Teatro Calderón, y dos esculturas: un cruceiro gallego (que recientemente ha sufrido daños y que fue regalo de la Xunta de Galicia al pueblo de Madrid) y la escultura del barrendero, inaugurada en el año 2001 y que es en sí un homenaje a todo el gremio que trabaja por mantener limpia la ciudad.
Un científico cerca de los estudiantes
El doctor Severo Ochoa recibió el premio Nobel de Medicina en el año 1959, por sus estudios de bioquímica. Fue un galardón compartido con su discípulo, Arthur Kornberg. Y aunque viajó por muchísimos países, y pidió la nacionalidad estadounidense en los años cincuenta, terminó regresando a Madrid, en donde continuó con las investigaciones científicas. Un hombre dedicado y comprometido con el estudio de la ciencia, no podía tener un lugar más adecuado en el callejero: la zona de Ciudad Universitaria.
Su calle está cerca de numerosas facultades de la Universidad Complutense de Madrid: la Facultad de Enfermería, la Clínica Universitaria de Podología, el Instituto de Geociencias Igeo, la Facultad de Medicina. la Escuela de Medicina Deportiva y la Facultad de Odontología.
La calle del Doctor Severo Ochoa parte de la Avenida Complutense y desemboca en la Avenida Gregorio del Amo.
Una calle en el mismo lugar donde vivió: Vicente Aleixandre
Vicente Aleixandre es el único premio Nobel español que vivió en Madrid y consiguió que pusieran a su calle su propio nombre. Este estudiante de Derecho enamorado de la poesía, vivió en una casa baja de la por entonces calle Velintonia. Una casa, por cierto, que se convirtió durante años en punto de encuentro de los mejores poetas de la Generación del 27 (entre ellos, Lorca y Miguel Hernández).
Esta misma calle se transformó en la calle Vicente Aleixandre, como homenaje al premio Nobel (que recibió en 1977) que vivió allí. Y no solo eso. El poeta tiene además una parada de metro con su nombre cerca de la calle y un monumento situado en la Avenida Reina Victoria, 57.
La calle Vicente Aleixandre es muy corta. Parte del Paseo de Juan XXIII y desemboca en la calle de la Granja, en una zona repleta de residencias de estudiantes. Allí, en esa pequeña calle con su nombre, encontramos la que fue su casa.
Un gallego en Madrid
Camilo José Cela consiguió el premio Nobel de Literatura en el año 1989. Es nuestro galardonado más reciente (a excepción de Vargas Llosa, que a pesar de ser peruano, también cuenta con nacionalidad española).
Este escritor con tanto carácter, vivió en Madrid durante muchos años, y en reconocimiento por toda su trayectoria, la ciudad le dedicó desde un monumento en la Plaza Menéndez Pelayo, 4 (Universidad Complutense), hasta dos placas homenaje en piedra (en las calles Claudio Coello 91 y Alcalá 185) y por supuesto, una Avenida, en la zona de Parque de las Avenidas.
La Avenida Camilo José Cela es una arteria muy larga y ancha de nuestra ciudad. Parte de la calle Corazón de María, pasa por debajo de Avenida de América, atraviesa las glorieta de Jaine Campmany y la de Sor Justa Domínguez de Vidaurreta y continúa hasta la calle Azcona.
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