Seguro que alguna vez han montado en un ascensor que suba muchas plantas, pero ¿alguna vez han recorrido 35 pisos en 22 segundos? Mi Cámara y Yo sube al ascensor más rápido de España. Está en la sede que la empresa KPMG tiene en uno de los rascacielos de Plaza de Castilla, concretamente, el que mide 250 metros, el más alto de los cuatro. ¡Las vistas son impresionantes!
Continuamos con la cinta métrica en la mano, pero esta vez medimos en horizontal. Vamos en busca del edificio más estrecho de Madrid con vecinos. ¿Tiene una idea de quién fue su inquilino más ilustre? El mismísimo Calderón de la Barca vivió en este bloque situado en la calle Mayor, cuyo ancho de fachada no llega a los 5 metros. Justo detrás se encuentra la calle Codo, la más antigua de Madrid y es conocida por varias anécdotas que no les van a dejar indiferentes.
Pocos madrileños saben que la historia de la aviación tiene un símbolo en la capital, y está en el aeródromo de Cuatro Vientos. Aquí se levantó hace un siglo la primera torre de control aéreo del mundo. Su aspecto recuerda al de un faro marítimo, por una buena razón: no existían referencias de otras torres de control en la época. Hoy se encuentra en desuso, pero sigue intacta después de 100 años como testigo de las mayores hazañas de la aviación española.
El cronista de la villa Pedro Montoliú ha citado a Mi Cámara y Yo en la calle Alcalá. Con 10 kilómetros 700 metros, es la más larga de Madrid y la segunda más larga de España. La larguísima vía fue en sus inicios una calle llena de conventos, después sustituidos por palacios y, finalmente, por bancos. Abarca hasta 5 distritos diferentes.
No nos movemos de Alcalá, porque en su confluencia con Gran Vía se instaló el primer semáforo de España. Fue en 1926. Nos explican por qué se eligió este punto de la capital para instalarlo.
¿Se imaginan vistiendo una falda y subiéndose a unos esquís de madera de bambú para deslizarse por las montañas nevadas de la sierra madrileña?. Subimos a Navacerrada, la cuna del esquí español, para descubrir cómo practicaban este deporte a principios del siglo pasado.
Y para que comprueben que todo lo que les contamos es cierto, nos desplazamos hasta la Universidad de Filosofía y Letras de Alcalá de Henares. En su patio central hay una fuente de piedra conocida como “La Boca del León”, similar a la de “La Boca de la Verdad”, de Roma. Cuentan que las mozas de Alcalá pedían a sus novios introducir la mano como prueba de fidelidad.