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El precio de los carburantes se ha incrementado un 5% en los últimos meses. Si antes nos costaba llenar el depósito de un vehículo standard 47€ de media, ahora nos cuesta 58€. Podríamos decir que la gasolina se ha convertido en un artículo de lujo no apto para cualquier bolsillo. Por este motivo, muchos conductores han decidido optar por las gasolineras low cost, un negocio redondo que está en pleno auge. En este programa de ‘Mi cámara y yo’ hablamos con el gerente de una de estas gasolinas y nos explica cómo ha cambiado el mercado del carburante.

Lo primero que nos enseña es el cartel que anuncia los precios de su gasolinera: El diésel cuesta 1,349€ el litro y la gasolina 1,477€ el litro; frente a los 1,383€/l y 1,508€/l que nos costaría respectivamente en una gasolinera de toda la vida. Esto se traduce para el bolsillo del consumidor en unos eurillos de ahorro que nunca vienen mal para hacer frente a la cuesta de enero. Y, es que, en este tipo de negocios nos cuesta concretamente entre un 5% y un 7% menos llenar el depósito del coche.

¿A qué se debe esto? ¿Qué diferencia a las gasolineras low cost de una gasolinera ‘normal’? Todos los combustibles proceden de las mismas refinerías, es decir, que no hay ninguna diferencia entre los productos originales de unas y otras gasolineras. Pero sí en los acabados debido a los aditivos que le añaden las marcas top.

Los aditivos son químicos que ayudan a aumentar la eficiencia de combustión del carburante, hacen que sea más limpio para nuestro coche o, incluso, ayudan a ampliar la vida del motor. Las low cost, en cambio, no proporcionan ninguno de estos extras.

Esto nos lo explica Antonio, el gerente de la gasolinera que hemos visitado en este programa: "Nosotros, aun siendo low cost, invertimos en el mejor aditivo del mercado, el Aderco 2055G", pero sí reconoce que no es lo habitual: "Es cierto que otras low cost no usan ningún tipo de aditivo a excepción del que ofrece CLH", nos explica.

¿Son, por tanto, perjudiciales para nuestro vehículo? No. Es un producto de la calidad como el que ofrecen en las gasolineras de toda la vida, pero simplemente no aportan la ayuda extra que sí aportaría el combustible de una marca.

Las gasolineras low cost, ¿cumplen la normativa?

Y, entonces, ¿por qué cuestan menos?

Pues porque aparte de ahorrarse en aditivos, muchos de estos negocios también prescinden de los servicios que nos ofrecería una gasolinera ‘normal’: cuentan con una oferta de carburantes más limitada -suelen limitarse al Gasóleo A y al Sin Plomo 95-, no cuentan con tienda, ni servicios, ni personas que nos asistan en el repostaje. Por ejemplo, la gasolinera que hemos visitado tan solo contaba con cuatro trabajadores y los dos tipos de carburantes mencionados anteriormente.

Todo esto quiere decir que recortar en los servicios complementarios también ayuda a que la gasolina sea más económica.