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Los españoles tenemos una gran querencia a nuestros objetos y nos cuesta deshacernos de los que no necesitamos y al final acumulamos, acumulamos... sitio y polvo. Vivimos en una sociedad cada vez más consumista en la que cada día necesitamos guardar más cosas, a lo que ha contribuido el comercio electrónico, y las casas cada vez son más pequeñas... el resultado es que ya somos los terceros en Europa con más número de trasteros. Pero tranquilos, porque en países como Reino Unido nos doblan el ratio de metro cuadrado de almacén por habitante.

Ahora que se ha puesto tan de moda el orden en el hogar, nuestro reportero Luis Vegas ha cogido la cámara para averiguar qué cosas guardamos los madrileños, por cuánto tiempo, dónde y cuánto cuesta este servicio que cada vez tiene más clientes.

En los últimos años las empresas de alquiler de trasteros en Madrid han crecido más del 50%. Hasta hace unos años no llegaban a media decena y hoy ya hay 107. Empezaron en la periferia y sus clientes solían ser empresas que necesitaban guardar material o documentación. Ahora cada vez se van acercando más a la ciudad, pues cuanto más cerca de la vivienda, más comodidad para el cliente. Visitamos unos trasteros que están en el barrio de Hortaleza. Sus dueños, dos jóvenes emprendedores, lo dejaron todo porque vieron muy claro que aquí había negocio. Nos cuentan que se puede guardar de todo, excepto lo prohibido por ley: armas, drogas, seres vivos, dinero en efectivo, y sustancias inflamables.

Llega el trastero 2.0

¿Y cómo te quedas si te digo que ya existe un trastero virtual? Dos ingenieros aeronáuticos han montado un almacén en la nube. A través de una aplicación móvil, el cliente contrata un servicio de recogida y custodia que podrá visualizar y controlar a cualquier hora del día. Y si necesita recuperar algún objeto, ya sea un sofá o un libro, se lo llevan de inmediato a casa. El precio, desde 3,90 euros al mes.

Pero no sólo los particulares tienen problema de espacio... ¿Adónde va a parar el mobiliario, enseres u obras de arte que se retiran, por ejemplo, de un edificio público en Madrid? A las afueras de la capital está en el gran almacén de la Villa. Hasta esta enorme nave de 12.000 metros cuadrados, equivalente a 8 polideportivos juntos, llega desde el mobiliario procedente de desahucios, viviendas siniestradas, terrazas de bar sin licencia, a las estatuas o cuadros expuestos en edificios municipales y organismos públicos, pasando por la mercancía requisada en operaciones policiales, como CDs, ropa o bolsos falsificados. Entre otros objetos curiosos, aquí hemos visto la gran lámpara que antes lucía en la emblemática sala Florida Park. Por cierto, ¿qué pasa con todos los artículos que transcurrido un tiempo no vuelven a su lugar de origen?

Y ¿existirá algún lugar donde se guarden los objetos extraviados que los ciudadanos nos encontramos en la calle? Pues sí y nosotros lo hemos encontrado. Junto a la Glorieta de Legazpi, un enorme almacén por el que seguro que has pasado más de una vez sin saber lo que era. Su responsable nos cuenta que lo que más les entregan son monederos, mochilas y maletas. Pero también hay joyas, moneda extranjera y hasta muletas, radiografías o sillas de ruedas. Como curiosidad, tienen un armario entero solo para guardar los teléfonos móviles perdidos. Transcurridos dos años, si su propietario no acude a recogerlo, el "hallador" se convierte en su nuevo afortunado dueño. Para que luego desconfiemos de la bondad humana, hasta aquí han traído billetes de lotería premiados con 30.000 euros.

Por último, hemos conseguido entrar en un trastero de cine... aquí guardan más de 400.000 trajes de todos los estilos y épocas utilizados por actores de teatro, cine y otros espectáculos. Todo empezó a principios del siglo pasado, en 1920, cuando su fundador, Humberto Cornejo, empezó a guardar una pequeña colección de trajes para dar el salto al extranjero en los años 60. Ahora su nieto Humberto es quien está al frente del negocio familiar. Ingeniero de Caminos, representa a la tercera generación y a sus casi 70 años está a punto de dar el relevo a sus hijos. Nos cuenta que de aquí ha salido el vestuario para películas tan famosas como Gladiator, Alejandro Magno, Manolete, la reina Margot o incluso la serie Juego de Tronos.

Han vestido a actores tan conocidos como Ava Gadner, Hugh Jackman, Russell Crowe, Adrien Brody, Penélope Cruz... Directores como Pedro Almodóvar o Alejandro Amenábar recurren a este gran almacén para el vestuario de sus películas. Tan bien les va el negocio, que han tenido que alquilar tres naves más a las afueras de Madrid, donde una de ellas es sólo para guardar zapatos...