Mi cámara y yo: A todo tren
Irene Falcón se sube a las vías del tren para conocer por dentro los secretos de las locomotoras españolas
En Madrid podemos presumir de trenes y de una tecnología que se exporta a todo el mundo. Pero nuestras vías y vagones dan para mucho... ¿Sabíais, por ejemplo, que se puede vivir en una estación o dentro de un antiguo vagón rehabilitado? ¿Han subido alguna vez al tren más lujoso de España? Esta semana nuestra reportera Irene Falcón ha cogido su cámara y se sube a bordo para ir “A todo tren”.
Desde la estación de Santa Justa, en Sevilla, parte el tren Al Andalus, que en 1930 llegó a ser uno de los ferrocarriles más caros del mundo. Ahora, si su bolsillo se lo permite, por 4.500 euros el pasaje, 60 viajeros disfrutan de un magnífico viaje de siete días a bordo de un lujoso tren, que más bien podría ser un hotel de cinco estrellas sobre ruedas.
Pues si esto les había sorprendido, más boquiabiertos les dejará el AVE de La Meca. ¿Sabían que se han construido aquí, en Madrid? Mi cámara y yo ha conseguido entrar en los talleres de la factoría Talgo donde se han construido estas locomotoras. Se trata del proyecto nacional más importante de Adif, una compañía que presume de haber exportado ya su tecnología a Rusia, Estados Unidos o Asia Central. Sin embargo, cruzar el desierto a alta velocidad y recorrer los 450 km que separan las ciudades santas de La Meca y Medina, sorteando arena y 50 grados de temperatura, es todo un reto para el que han tenido que recurrir a la ayuda del Ejército español.
Conocemos también a Gregorio, un empleado ferroviario que además de trabajar, también vive en la propia estación de tren. Adif ha sacado al mercado inmobiliario, a través de subasta pública, antiguas estaciones de tren y casas de ferroviarios que cualquiera puede comprar o alquilar a precios muy bajos.
Pero además de esta solución económica para vivir, Miguel tuvo hace años la idea de restaurar vagones para convertirlos en viviendas. Por unos 45000 euros, usted puede hacer de un antiguo coche de tren su hogar. Suelen ser de mercancías y pueden incluir detalles como aire acondicionado e incluso chimenea a gusto del consumidor. Así es el vagón de San Agustín de Guadalix que alquila Reyes a través de una conocida web inmobiliaria. Por 150 euros la noche, dos personas podrán disfrutar de una experiencia única en medio de un precioso bosque de encinas de más de tres hectáreas de extensión.
Entramos también en el Museo del Ferrocarril, en la antigua estación de Delicias, donde tenemos el privilegio de mostrar por primera vez en televisión uno de los trenes de lujo que usaban los directivos de Renfe para sus desplazamientos por motivos de trabajo.
Y para terminar, nos subimos a una locomotora de los años 40 en la mejor de las compañías. Se trata del tren de Felipe II, uno de los famosos trenes turísticos que recorren la Comunidad de Madrid. Una oferta de ocio para recordar viejos tiempos, y que en esta ocasión lleva a sus 190 pasajeros desde Príncipe Pío a la villa de El Escorial. Un trayecto, por cierto, que a Felipe II le costaba todo un día a caballo.
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