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Dicen que el toreo es parte de maestría y parte de suerte, y que la suerte se define desde el mismo momento en el que una mano saca un número y ese número se asigna a un toro. Y es que del toro que salga al ruedo depende en gran parte el toreo. Pero, ¿cómo se hace el sorteo?

Asistimos al primero de una Feria de San Isidro taurina atípica. Por primera vez se celebra en el Palacio de Vistalegre, después de un año de parón en el mundo del toreo por la pandemia del coronavirus.

La importancia del toro que sale al ruedo

Hay toros que han pasado a la historia, como ‘Avispado’ (el toro que mató a Paquirri), o ‘Bailador’ (el que mató a Joselito). Y esos toros salieron ese día y en ese momento por azar. Fueron asignados en un sorteo. ¿Cómo se realiza?

Los toros llegan en camiones desde las ganaderías, dos días del día del toreo. Algunos pueden llegar a pasar hasta 12 horas en el viaje. Por eso, un equipo de veterinarios los revisa bien. Estos veterinarios y el presidente de la corrida autorizan su lidia.

En cada camión llegan diez toros, aunque se lidian seis. Dos se quedan de sobrantes y otros dos, en reserva por si acaso.

Las cuadrillas preparan los lotes con los toros para luego realizar el sorteo por orden de antigüedad de los toreros. “De ahí la importancia de la suerte en el mundo del toreo”, dice un apoderado de Enrique Ponce.

El sorteo es muy institucional, con el presidente, que es Comisario de policía, que lo tiene que supervisar todo, un Delegado del Gobierno y los veterinarios.

El sorteo respeta el orden de antigüedad de los toreros

Se escribe el número de lotes en un papel. Se dobla y se introduce en un sombrero junto con el resto de papeles con lotes a sorteo.

El representante de cada torero es el encargado de escoger uno de esos papeles. Comienza en el torero que más años lleve en el oficio. Ese número de lote que saque será el que designa el toro que tendrá que lidiar. La suerte está echada. Si el toro no sirve al salir al ruedo, será sustituido por uno de los sobrantes.