El ruido que una familia tiene que soportar a diario por vivir encima de una terraza ‘covid’
Los daños ‘colaterales’ de las nuevas terrazas que nacieron por la pandemia
Viven con tres hijos pequeños en Ibiza, frente al Retiro, en una vivienda que heredaron hace ahora 18 años. Podrían presumir de vivir en un lugar realmente privilegiado, pero lo que en teoría tendría que ser un disfrute, se ha tornado desde hace un año en pesadilla. Justo desde el momento en el que el bar que tienen abajo, aprovechando las nueva normativa por la pandemia para ayudar a la hostelería, instalaron de pronto una terraza en la acera. Desde entonces, su vida ha cambiado por completo. Sobre todo, en verano.
Ventanas cerradas durante toda la noche
El calor aprieta, y la casa, al ser antigua, no tiene aire acondicionado. El calor se concentra y a pesar de los ventiladores, no pueden dejar de sudar. Pero es que abrir la ventana supone sucumbir al ruido, los olores de la comida y el humo del tabaco.
“Oímos los ruidos, olemos los olores, sufrimos las consecuencias. Y cada vez pasa más porque cada vez hay más terrazas por todo el barrio y cada vez ocupan más espacio en la acera”.
Para aislarse del ruido de esta nueva terraza, esta familia invirtió 3.000 euros en instalar doble ventana en el salón, y tuvo que tapiar la ventana del cuarto de su hija para que pudiera dormir.
“El problema no es solo a las 22 horas, sino a la una de la mañana, porque esto sigue igual, o peor, porque la gente ya se pone a gritar, a cantar y a dar palmas”.
Esta pareja asegura que no se respeta la hora de cierre y que aunque la terraza recoge las mesas, los clientes se quedan allí hablando mucho más tiempo.
Esta pareja a menudo tiene que pedir silencio desde la ventana, pero esto supone un riesgo, dicen. “A mí me tiraron un hielo a la cabeza un día. A veces les tenemos que decir que tenemos tres niños pequeños aquí y mi hija más pequeña duerme justo aquí. Tuvimos que poner planchas en su ventana”.
Esta pareja pide que se respete el horario, que los locales con terraza vigilen que los clientes cumplen las normas y no hacen demasiado ruido, que no dejen aparcar coches en doble fila… “En realidad no estamos en contra de las terrazas. Pero hay formas y formas de hacerlo”.
En Madrid capital hay un total de 6.400 terrazas, de las cuales, 3.100 nacieron por la pandemia del coronavirus. Los distritos con mayor número de terrazas son Chamberí y Retiro. Las terrazas creadas por la nueva ordenanza tienen permiso hasta el 31 de diciembre de este 2021. A partir de entonces, el Ayuntamiento tendrá que decidir qué hacer con ellas. Por otra parte, el consistorio ha abierto una página de consulta a los ciudadanos por si desean reclamar que se retiren las terrazas instaladas en plazas de aparcamiento en el año 2022. La página es esta: Decide Madrid.
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