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Blas Pardo llegó con 12 años a Madrid para trabajar en un negocio familiar situado en Embajadores. Tras pasar unos cuantos años curtiendo pieles, consiguió su sueño: abrir una tienda de deportes dedicada al fútbol, eso sí, gracias a las 25.000 pesetas que le prestó un amigo.

Con mucho esfuerzo y tras mucho ensayo- error consiguió inventar la válvula automática del balón de fútbol tal y como la conocemos hoy. Un invento que revolucionó el deporte a nivel mundial, pues además de conseguir que el balón fuera esférico completamente por primera vez, el tiempo de hinchado se redujo de 15 minutos a 30 segundos.

Hoy en día, deportes Cóndor lleva ya 83 años abierta y van por la tercera generación de Blases. Ahora su nieto, también llamado Blas, ha tenido que reinventar el negocio y se ha especializado en deportes de contacto como el boxeo y sus diferentes variedades. Esta ya mítica tienda situada en la calle Conde de Peñalver es todo un museo del fútbol español y madrileño, un orgullo para la capital.