¡Navidad, Navidad, dulce Navidad… !!!!! eso dice el villancico y precisamente ése es el producto estrella de la mayoría de los mercadillos que desde el pasado fin de semana podemos encontrar en cualquier rincón de la capital.
Desde en plena calle al lujoso salón de un céntrico hotel, pasando por un centro comercial o por supuesto, en una iglesia: cualquier lugar es válido para montar un rastrillo en los que además de encontrar los típicos dulces navideños, hay artículos de lo más variopinto.
Un reclamo que aprovechan cada vez más los madrileños para adelantar las compras de estas fechas. Pero… ¿sabrían decir cuál es el origen de esta popular tradición cada vez más extendida por todo el mundo? o ¿que el primer mercadillo del que se tiene constancia data de 1434 y se celebró en la ciudad alemana de Dresde? Pues precisamente esta semana nuestra reportera Irene Falcón ha recorrido los mercadillos más internacionales para acercarles la Navidad de todos los rincones del mundo a su casa.
Hace nada más y nada menos que 49 años lleva la comunidad alemana en Madrid celebrando su tradicional mercadillo navideño en pleno corazón de la capital. Es uno de los más esperados y visitados, prueba son las largas colas que se forman en el Paseo de la Castellana para entrar.
De la mano de Simon Döbrich, el pastor de la iglesia evángelica alemana de La Paz, donde se celebra cada año, descubrimos curiosidades como, por ejemplo, que la corona que se suele colgar en la puerta es originaria de Alemania y que las velas que la decoran sirven para contar los días de Adviento. Otro dato, haciendo gala de su disciplina, los alemanes esperan hasta el 24 de diciembre para poner el abeto y en vez de tomar marisco, prefieren la carne de ganso. Sepan que en este mercadillo alemán, además de poder comprar todo tipo de decoración -en tan solo una hora vendieron 80 coronas-, podrán degustar, en taza grande, un delicioso vino caliente aderezado con cardamomo y otras especias para combatir el frío.
¿Qué les parece si este año prueban a sustituir durante las Campanadas las tradicionales uvas de la suerte por lentejas? Pues eso es lo que hacen todos los años los italianos. Su embajador en Madrid nos recibe a pie de puerta del Consulado, un palacio que perteneció al Conde de Santa Coloma, para guiarnos por el mercadillo que desde hace años celebran en este edificio levantado en 1911. Aquí descubrimos desde el cada vez más consumido Panettone, un tierno bizcocho con pasas original de Italia, a una gigante mortadela con pistachos de más de 60 kilos de peso sin olvidar, por supuesto, a la querida bruja Befana, hecha de felpa es la auténtica protagonista del árbol de Navidad que decora los hogares del país de la bota.
Al igual que la mayoría, el mercadillo escandinavo también se celebra con fines benéficos. Sin duda, es uno de los rastrillos navideños ‘no castizos’ más antiguos de Madrid y si no que se lo pregunten a los asiduos que todos los años guardan colaa las puertas del hotel Meliá Castilla para poder visitarlo. Marián, una sueca que llegó hace más de 30 años a España y se quedó tras encontrar el amor, nos cuenta que para ellos la celebración más importante es la comida del día 24 de diciembre.
Una comida a base de su producto estrella, el saludable salmón noruego. Un producto tan cotizado que este año vendieron 75 cajas de este ahumado a las pocas horas de abrir el mercadillo. Entre sus característicos gnomos de la buena suerte y ricas galletas, también podemos ver la procesión de los niños en honor a Santa Lucía. Patrona de los invidentes, su festividad el 13 de diciembre, supone el comienzo de la Navidad.
¿Habían probado alguna vez el turrón de sirope de arce? Pues tienen la ocasión de hacerlo en el mercadillo que el Club de Mujeres Americanas en Madrid hace cada año por estas fechas. Un rastrillo de los más animado a ritmo de música country, donde también podemos encontrar regalos tan originales como jabones naturales elaborados con mantequilla y ron, manteles y colchas de patchwork hechas a mano por estas mujeres o hasta los famosos pavos y capones de Cascajares ya listos para tomar para los que esos días acudan como invitado o para los anfitriones que no les apetezca cocinar.
Y mientras las negociaciones políticas y legales sobre el Brexit continúan, los británicos que residen en Madrid, fieles a la tradición, ya se preparan para celebrar su Navidad. Al igual que la americana, aquí es la asociación de mujeres británicas creada en 1940 para confeccionar ropa para los soldados, la que organiza todos los años este rastrillo benéfico en la Iglesia de San Miguel, en la calle Príncipe de Vergara. Sheila, una de sus fundadoras, nos hace de guía por este bazar al tiempo que nos descubre que el plato principal de la Navidad británica es el pavo acompañado de patatas y coles, y después, en vez de turrón, el ‘Christmas pudding’, un rico postre a base de frutos secos, canela y jengibre.
El furor por la Navidad crece, aún más si cabe, cada año. Por ejemplo, ¿conocían que ya hay empresas especializadas en ofrecer un servicio de decoración navideña a domicilio? ¿Quieren saber en qué consiste y, sobre todo, su precio?… pues éstas y otras muchas curiosidades en Mi cámara y yo: ¡Al rico mercadillo navideño!