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Madrid tiene un precio. Bien lo sabe Jorge o, mejor dicho, sus padres. Son ellos los que pagan la friolera cantidad de 840€ cada mes para que su hijo pueda vivir cerca de la glorieta de Bilbao, una zona que, por cierto, no puede estar más de moda. Tanto es así que Alejandro, un inversor que gestiona 350 pisos de multipriopiedad, nos asegura que “está en uno de los barrios más demandados de Madrid”. Tal vez, por este motivo, “nunca se quedan vacíos”.

¿Cómo ha afectado la crisis del coronavirus a los precios de la vivienda?

En ‘Mi cámara y yo’ nos hemos preguntado cómo sería vivir en un estudio -porque ahora están de moda- tan pequeño (y tan costoso) y hemos llamado a la puerta de Alejandro. El joven nos ha recibido con los brazos abiertos y nos ha enseñado su pisito de poco más de 30m2, “aunque útiles alguno menos”.

Su casa parece un tablero de tetris: cada mueble está medido al milímetro para poder hacer de este pequeño espacio una vivienda habitable. Un baño, un salón con cocina americana, un sofá encajado en el mueble de la televisión y un mueble que hace a la vez de cama y de escritorio: “La cama es muy cómoda”, nos confiesa. Eso sí, tiene que sacarla y esconderla todos los días cuando llega la hora de dormir. Así es vivir en el centro de Madrid: un juego.

Pero Jorge está encantado con su ‘estudio’ de 30m2, útiles alguno menos: “No me planteo cambiar de piso. Aquí estoy muy bien. En realidad, la ubicación me pilla muy bien tanto del centro como de la escuela en la que estudio”. Y piensa quedarse en él, al menos, hasta que termine su grado en arquitectura.

Una afirmación que refuerza Alejandro, nuestro experto inversor: “La gente joven quiere estar en el centro, no en una urbanización perdida donde por las noches tan solo ves señoras mayores paseando perros. Quieren salir, ver vida, quedar con los amigos y tomar cerveza”.

Si quieres ver cómo es la casa de Jorge y descubrir cómo es la vida en un pisito de 30m2, ¡no dudes en darle al play.