Con nuestro guia Alejandro Sanz, comenzamos la ruta viendo unas marcas en la roca. Se tratan de unas señalizacion de la ruta GR10, que va entre Barcelona y Lisboa.
Siguiendo nos encontramos recorriendo esta zona, donde los árboles que predominan son la encina y el enebro. También es algo muy normal encontrarse jabalíes.
Más adelante está una especie de fortaleza natural, antiguamente en esta zona aguardaban los ataques los visigodos y musulmanes. Más adelante empezaron a acudir los pastores.
El último punto de la ruta es un conjunto funerario. Este está formado por nueve tumbas del siglo VII orientadas hacia al este.