Así es el Phantom IV de Rolls-Royce: el coche de la realeza
Entre los vehículos que conforman la Colección Real destacan los Phantom IV
El día en el que cumplió 18 años fue muy importante para la Princesa de Asturias. No solo alcanzaba la mayoría de edad, también fue el día en el que juró la Constitución.
En el Cuartel del Rey del Pardo, la Guardia Real preparó todo para que durante dicha jornada histórica todo fuese acorde con lo previsto: desde quienes debían acompañar a sus altezas en los diferentes trayectos desde el Palacio Real al Congreso de los Diputados, hasta en qué vehículos se produjeron dichos desplazamientos.
Entre estos vehículos que conforman la colección real destacan los Phantom IV que se utilizaron para trasladar a la Familia Real durante tan destacado día.
Llama especialmente la atención el modelo descapotable, el cual, según explica el Comandante Fernández del Hoyo “ha participado en múltiples acontecimientos históricos” y añade que este vehículo es único, en lo que define como “orfebrería del automóvil en todos los detalles”.
Hablamos de uno de los automóviles más especiales de cuantos ha fabricado Rolls Royce, es decir, la exclusividad, dentro de la exclusividad. De hecho, únicamente fue vendido a jefes de estado y miembros de Casas Reales. Además, la marca británica tenía la decisión última a la hora de aceptar pedido o no.
Patrimonio conserva actualmente tres unidades, dos limusinas de cinco y siete plazas respectivamente y un descapotable, todas encargadas por la Jefatura del Estado Español.
“Solo ha habido tres Phantom IV descapotables, de esos tres Phantom IV solo quedan dos y de esos dos sólo hay uno carrozado por Mulliner”, expone el Comandante, “ este vehículo en sí mismo es una pieza única en la historia de la automoción”. Un detalle más: ni siquiera la Casa Real británica tiene un coche de este tipo descapotable.
Todos están blindados, incluso el descapotable. A éste se le sustituyó la capota por un techo de cristal blindado para la boda de los entonces príncipes Felipe y Letizia, modificación revertida tras el evento.
El Phantom IV es el único modelo de Rolls-Royce equipado con un motor de ocho cilindros en línea, que le permite recorrer largas distancias a velocidad muy baja. Esto lo convierte en el coche ceremonial ideal para los actos más solemnes.
Un dato curioso: la icónica estatuilla de la marca, que generalmente se encuentra en posición erguida, adopta en este modelo una pose de rodillas y una ligera inclinación hacia delante. Es decir, aparece haciendo una reverencia hacia sus distinguidos pasajeros.
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/kicker}} {{#title}} {{#text}}{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/title}}{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{#href}} {{ text }} {{/href}} {{^href}} {{ text }} {{/href}}
{{/text}} {{/kicker}} {{#title}} {{#text}}