Vídeo: PABLO ALVIRA FUERTES | Foto:Telemadrid
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Entre fresnos y olivos, en este pequeño pueblo de algo más de 1.500 habitantes de la Sierra Oeste madrileña se decidió una parte importante de la historia de la humanidad. Construida en 1964, la estación espacial de Fresnedillas de la Oliva fue elegida por la NASA como enclave perfecto para albergar una de las tres de la Red MSFN, los puntos de seguimiento de los vuelos tripulados por la agencia estadounidense.

Y es que Fresnedillas de la Oliva fue clave para la llegada del ser humano a La Luna. El 20 de julio de 1969, la estación madrileña fue la primera en recibir las palabras de Neil Armstrong al aterrizar en La Luna. Además, según National Geographic, la estación espacial de Madrid alertó a los astronautas del Apolo 11, Aldrin y Collins, que solo disponían de 30 segundos de combustible para alunizar.

La Fiesta de la Vaquilla de Fresnedillas de la Oliva aúna tradición e historia

Junto a esta estación se crearon la de California y Canberra, que formaban un triángulo perfecto con sus antenas para controlar las comunicaciones del Apolo 11. Están construidas a distancias y longitudes equidistantes y realizaban turnos de 8 horas para controlar la nave Saturno V durante las 24 horas del día.

La noche del 20 de julio de 1969, la base de Canberra dio el relevo a la de Fresnedillas. Esta controló las comunicaciones con la nave justo en el momento de posarse sobre La Luna. Todas las señales de imagen y sonido se recibieron en primer lugar en Fresnedillas de la Oliva para luego enviarlas a Houston.

Circunstancias perfectas

Está construida a 120 grados longitudinalmente sobre el globo terráqueo para recibir señal las 24 horas. Tiene tres antenas gigantes de 26 metros de diámetro y 300 toneladas de peso, que forman un triángulo equidistante para recibir las comunicaciones.

"Lo que se hizo aquí en Fresnedillas fue la recepción de todas las señales de las naves que participaban en la misión Apolo para enviarlas después a Estados Unidos", explica Elena Hernández, del Museo Lunar de Fresnedillas de la Oliva.

El municipio madrileño fue elegido por reunir las condiciones idóneas: sin contaminación lumínica ni acústica. "Fresnedillas participó en todas las misiones Apolo. Es decir, las seis veces que Estados Unidos llegó a La Luna, los doce hombres, no solo uno", agrega. Desde aquí se controlaron los vuelos del Skylab, la Soyuz y los transbordadores Columbia, Challenger y Discovery.

El astronauta madrileño, Miguel López Alegría, inauguró el antiguo Museo Lunar y regaló un cuadro con la bandera española que llevó al espacio. En el Museo Lunar del pueblo hay una sala dedicada a la estación espacial con varios manuales y objetos cedidos por sus trabajadores. "Ahora es antiguo, pero en su momento era una auténtica modernidad", señala Elena.

Ruta 179: Fresnedillas de la Oliva

En su interior también podemos encontrar una réplica del traje de un astronauta. Esta vestimenta cuesta más de 15 millones de dólares y pesa más de 100 kilos. El inventor de los trajes fue el español Emilio Herrera, ingeniero militar y aeroespacial, además fue el primer hombre en sobrevolar el estrecho de Gibraltar en avión.

Además del logro de la comunicación, Fresnedillas también hizo historia en otra ocasión. La primera foto de la Tierra vista desde la Luna se recibió a través de la estación espacial del pueblo madrileño. La estación espacial concluyó su actividad en 1985 cuando su antena gigante fue trasladada a Robledo de Chavela, que continuó en activo hasta 2008.