El pasado neandertal de los madrileños

En el maravilloso entorno natural de Pinilla del Valle se encuentra el Parque Arqueológico del Calvero de la Higuera, conocido como El Valle de los Neandertales porque, en términos arqueológicos, el Valle del Lozoya era el valle de los neandertales.

Históricamente, “a los neandertales siempre se les había considerado medio tontos”, nos cuenta el director del parque arqueológico, Enrique Baquedano. Un paradigma que ha cambiado por completo gracias, entre otros aspectos, a yacimientos como este de Pinilla del Valle.

Este estratégico enclave lo tenía todo para que los neandertales se asentaran aquí hace 200.000 años. Y es que aquí encontraron las cinco cosas que necesitaban para su supervivencia: agua durante todo el año, comida durante todas las estaciones, cavidades donde se podían alojar, roca para poder tallar y fabricar sus herramientas y mucha leña seca para encender las hogueras con las que convivían, algo muy importante durante este periodo de glaciación.

Entre los yacimientos que encontramos en el Calvero de la Higuera se encuentra cubiles o madrigueras de hienas, que transportaban aquí sus presas y la carroña que encontraban. Esta era la mejor aliada de arqueólogos y paleontólogos, ya que agrupaba en un mismo sitio los restos que hoy en día salen a la luz.

También está la Cueva Des-Cubierta, hallada en 2009 y que contiene animales de caza como ciervos machos, uros y, principalmente, bisontes.